domingo, 29 de enero de 2012


El Desarrollo Tecnológico y la Sensibilidad Humana: Un Enfoque para Aprender a Vivir Viviendo.

        La forma de ver el mundo ha ido cambiando gradualmente, en relación a actitudes sobre la educación, el matrimonio, el divorcio, sus creencias, aspiraciones, entre otros; aunque la cultura cambie en respuesta al ambiente, estas a su vez transforman el ambiente a su alrededor. Es decir, todas las áreas de la actividad humana, la conducta de las personas está afectada por los valores y actitudes que tienen y las normas que los rodean. Cuando los valores están ampliamente compartidos por un grupo de personas, éstas están provistas de mecanismos comunes por los cuales pueden entender e interpretar su mundo.

        Se entiende entonces la cultura como el sistema de significados simbólicos distintivos e importantes que se desarrollan alrededor de la información, de su uso y de su estructuración en cualquier grupo cultural. Los factores culturales que interactúan tienen una importancia particular para la difusión y la eficacia en el uso de la información, la comunicación y los sistemas de aprendizaje como la “Web” o red electrónica, los productos y materiales suministrados  en esos sistemas. En la mayoría de los casos las personas a través del mundo se aferran a sus valores anclados en su sistema cultural.

        Sin embargo, el desarrollo es un proceso continuo que incluye a la tecnología y ninguna cultura, sociedad e individuo ésta libre de éste. Ese desarrollo es un proceso reciproco que involucra a todos y que obliga a la cultura a transformarse, cambiando los puntos de vista de los involucrados.

Resaltando que la sociedad se transforma y se adapta a los cambios en la tecnología. Se puede decir que la tecnología es conocimiento aplicado socialmente, los valores y las creencias de esa sociedad son los que influyen en los efectos negativos de la tecnología.

        El conocimiento tecnológico en si no es suficiente, lo que es crítico son las metas, los valores y los principios para los cuales el conocimiento no es usado. Hay que reconocer que sin humanidad y sin valores no puede haber aprendizaje verdadero, ni desarrollo de la sabiduría. La meta final de la educación tiene que ser una sociedad justa, equitativa y participativa, no una sociedad de individuos más útiles técnicamente. Hay que promover la capacidad de las personas de ser seres pensantes, que sean capaces de criticar y retar, de crear y de superar.

 La enseñanza de la tecnología debe centrase en el amor por los seres humanos y no exclusivamente en el esfuerzo de ampliar las habilidades humanas y su dominio sobre la naturaleza. Esta debe desarrollar modos de pensar que apoyen la justicia hacia las personas, el respeto hacia el ambiente y la promoción del bien común.

        La comunidad educativa aprecia los beneficios de la tecnología, de “internet”, tales como: mejores servicios de salud y acceso rápido a la información; pero se preocupa por el lado negativo, como: la pérdida de la privacidad, la pérdida de destreza de la comunicación interpersonal y páginas electrónicas que promueven la intolerancia y  la violencia. Para el uso adecuado de la computadora, el teléfono celular, entre otros, los padres, los docentes y ciudadanía general deben estar vigilantes de las actividades que realizan los niños, niñas y adolescentes, es decir, ser garante de que estén cumpliendo su acción pedagógica.

        Cabe destacar que hoy en día, se está creando nuevos valores y nuevos lenguajes. El lenguaje técnico de las computadoras cambia nuestro argot o vocabulario rutinario, ya no conversamos sino que chateamos, no imprimimos sino que printeamos. Asimismo, se están afianzando valores que promueven la alegría malsana por la desgracia ajena (schadenfreude: Satisfacción por saber que a otro le va mal).

Publicar situaciones problemáticas, trágicas y dolorosas de nuestro prójimo en distintas redes sociales como: facebook, twitter y youtube. Es aquí donde debe brillar el valor de la sensibilidad que reside en la capacidad que tenemos los seres humanos para percibir y comprender el estado de ánimo, el modo de ser y de actuar de las personas, así como la naturaleza de las circunstancias, para actuar en beneficio de los demás.

En este sentido, enfocar el desarrollo tecnológico bajo la consigna de este año escolar lectivo “Aprender a Vivir Viviendo” implica mantener una transformación, una espiritualidad, el nacimiento y crecimiento de nuestros valores familiares, separándonos de lo que somos y tenemos, a través del redescubrimiento de nuestras metas y objetivos, basándose en una reflexión constante de nuestra forma de “VIVIR”.

La vida marcada por el placer inmediato, el dejarse llevar por lo más fácil y cómodo, es la muestra más clara de insensibilidad hacia todo lo que afecta nuestra vida. Reaccionar a las críticas, a la murmuración y el desprestigio de las personas, es una forma de salir de ese estado de pasividad e indiferencia, para crear una mejor calidad de vida y de convivencia entre los seres humanos.

        Dentro de esta visión, hay que crear consciencia de que el uso de la tecnología tiene que ser en bien de la humanidad y en la conservación de nuestra cultura y de nuestros valores, no importa el país donde vivas, tenemos que conservar la ética, aunque no nos veamos por la “Internet”. Necesitamos conservar, preservar y defender la paz, aunque no tengamos fronteras comunes, tenemos que usar la tecnología a nuestro favor.

        Cada vez que vayas a implementar la tecnología inadecuadamente recuerda, la siguiente frase en latín ACTA NON VERBA (Acciones y no Palabras), se tú la diferencia, vive y convive en paz, no actúes en contra de los demás, se tolerante.

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