El problema que trata la postmodernidad es lo ontológico,
lo axiológico y lo epistémico o gnoseológico; en lo que entra la razón teórica
y la razón práctica. Vista globalmente, la postmodernidad representa la
sensibilidad de nuestro tiempo, el pensar y sentir de una gran parte de nuestra
población para quienes significa una critica a la modernidad, una acusación de
fracaso y rechazo de la misma y un intento de sugerencia que lo reemplace. Los
filósofos de la ciencia podrán luego diferir en los objetivos que consideran
ser propios de la ciencia, así como en diversos matices de los cuatro puntos
precedentes; pero, según Resnik, la gran mayoría de ellos acepta esta
concepción teleológica como base para caracterizar la racionalidad científica.
Incluso aquellos que afirman que la ciencia no es racional, recalca Resnik,
conciben la racionalidad en términos instrumentales Pasando a analizar cada uno
de los cuatro puntos, lo primero que señala Resnik es que la ciencia, en tanto
tal, no puede tener fines: sólo los seres intencionales pueden tener fines. Por
consiguiente, cuando se habla del objetivo o de los objetivos de la ciencia
será, o bien porque se piensa en metas compartidas, o en metas corporativas, o
en ideales normativos o en características de la actividad científica.
Parte de la consideración de la ciencia como actividad
nacida socialmente y al fomento y cambió de la sociedad (y de su «mundo»)
enderezada. Ello no conlleva una fácil entrega al relativismo cultural, como si
el llamado «contexto de justificación » entregara la primacía al de
«descubrimiento» (y así, por huir de la lógica cayéramos en el historicismo, en
el sociologismo y hasta en un variado etnometodologismo). Al contrarío, es esa
entera dicotomía la que cae cuando la ciencia es vista praxeológicamente. Entre
los extremos del realismo (la idea de que los enunciados científicos dicen la
«verdad» de las cosas) y el psicologismo (los enunciados reflejan sólo nuestras
representaciones, vengan éstas o no mediadas cultural e históricamente), se
propone aquí una axiología de la ciencia regida por un principio de
conveniencia o de «lo mejor» (trasunto sociotécnico del gran principio
leibniziano), que otorga al quehacer científico aquella función que la marxista
Tesis XI sobre Feuerbach encomendara a la filosofía; la transformación del
mundo. Nada más estimulante que la filosofía de la Ciencia como rama
distinguida de las filosofía práctica (o mejor: ayudar a la superación de la
vieja distinción griega entre «teoría» y «práctica»).
Se enmarca en el desarrollo
de una Filosofía Axiológica de la Ciencia trata de abrir un nuevo campo de
estudio, poco frecuente en la literatura disponible. La tesis central consiste
en afirmar que la filosofía de la ciencia no puede seguir reduciéndose a una
Metodología ni a una Epistemología, si de verdad se quiere reflexionar sobre la
ciencia en toda su complejidad, se deben sentar unas primeras bases para el
establecimiento de una Axiología de la Ciencia. En tal sentido manifiesta que
al sociólogo le concierne el conocimiento en tanto fenómeno puramente natural,
incluyendo el conocimiento científico" ... "en lugar de definirlo
como una creencia verdadera o quizás, como una creencia verdadera y
justificada, el conocimiento es para el
sociólogo aquello que la gente considera como conocimiento.
Consiste en aquellas creencias que la gente asume
confiadamente y con las cuales vive. En particular, el sociólogo se sentirá
concernido por aquellas creencias que son consideradas como garantizadas o
institucionalizadas, es decir investidas de autoridad por grupos del método
científico, al hecho de que la ciencia y la objetividad científica no resultan
(ni pueden resultar) de los esfuerzos de un hombre de ciencia individual por
ser 'objetivo', sino de la cooperación de muchos hombres de ciencia. Puede
definirse la objetividad científica como la intersubjetividad del método
científico"
Manifiesta que el conocimiento científico debe de ser
estudiado como un fenómeno natural, entendiendo por natural aquello que se
manifiesta empíricamente en las sociedades: aquello que la gente considera que
es conocimiento científico. El sujeto de la ciencia es la sociedad. Si la gente
cree que algo es científico, y en particular si las instituciones y las
comunidades científicas aceptan un conocimiento como científico, los sociólogos
han de partir de ese conocimiento científico dado, tomándolo como punto de
partida de sus investigaciones. En un segundo momento hay que fijarse en
aquellas creencias que están investidas de autoridad; es decir, en aquellas que
están institucionalizadas. Las creencias pueden ser individuales y privadas; el
conocimiento, en cambio, ha de estar apoyado y mantenido social, colectiva e
institucionalmente.
Echeverría, enfatiza
que desde el momento en que la ciencia se concibe como actividad, y no
sólo como conocimiento, es preciso caracterizar las acciones científicas. Si
distinguimos los contextos de educación,
innovación, evaluación y aplicación, conviene tener presente que la práctica científica
abarca muy distintas actividades. Algunas acciones típicas del contexto de
educación son las siguientes:
• Enseñar (o aprender) a ver fenómenos interesantes desde
el punto de vista de la ciencia.
• Enseñar (o aprender) a manejar artefactos en los
laboratorios docentes: instrumentos de medida y de observación, aparatos
experimentales.
Más allá
del uso de la ciencia el papel fundamental de los docentes es desarrollar
estrategias que fomenten la crítica de los educandos, despertar la curiosidad y
la iniciativa para resolver problemas empíricamente, para luego sustentarlos a
través de una fase de comprobación de hechos reglados por la sociedad.
En este particular es necesario significar, el hecho que
este libro a constituido una importante herramienta para comprender aspectos
relevantes de la ciencia especialmente cuando están enfocadas a nivel
cualitativo. En este orden de ideas, desglosaré las concepciones más
significativas del autor referente a diversos enfoques metodológicos, con la
finalidad de ampliar mi bagaje investigativo como doctoranda del Programa de
Ciencias de la Educación, y que éste a su vez constituya un aporte para mis
compañeros de estudio; resalto entonces a manera de síntesis, lo siguiente:
*El conocimiento debe ser distinguido de la mera
creencia. Esto puede hacerse reservando
la palabra 'conocimiento' para aquello que ha sido asumido colectivamente y
dejando lo individual e idiosincrático como mera creencia.
*Para los etnometodólogos la ciencia parte de los
siguientes términos:
"Literalmente, la etnografía es un estilo de
investigación en que el observador adopta la postura de un antropólogo que se
encuentra por primera vez con un fenómeno. Uno toma la perspectiva de un
extranjero como medio para poner de relieve las prácticas comunes de los
nativos que son objeto de Estudio”
Literalmente, etnografía significa 'descripción'
desde el punto de vista de los nativos: en vez de imponer el marco de
referencia propio a la situación, el etnógrafo intenta desarrollar una apreciación de la forma en que los nativos ven
las cosas. En el caso de la ciencia, nuestros nativos son la comunidad de
científicos. Adoptaremos la perspectiva
de que las creencias, presupuestos y discurso de la comunidad
científica deben percibirse como algo extraño“ Partiendo de estos postulados,
los etnometodólogos se incorporan al
ámbito de los estudios sobre la ciencia
en tanto antropólogos culturales y
sociales, tomando al laboratorio en donde investigan los científicos como el lugar reminente para sus trabajos de
campo. Mediante la Observación participativa, los etnometodólogos aportan una
nueva perspectiva, claramente opuesta a
la de los filósofos clásicos de la ciencia. Tanto ellos como los sociólogos de
la ciencia niegan la distinción entre contexto de descubrimiento y contexto de
justificación26 y afirman que la
actividad científica ha de ser estudiada en su propio medio, y no sólo en base
a sus resultados finales.
*la ciencia adquiere su auténtico sentido por sus fines,
y no por sus orígenes. Ni la base empírica ni la base sociológica iniciales
bastan para explicar la ciencia. En tanto acción humana intencional, la ciencia
trata de contribuir a mejorar el mundo, y no sólo el mundo físico, sino
también el mundo social y el mundo histórico. Ello implica, sin duda, mejorar
nuestro conocimiento del mundo. Pero la ciencia no sólo es cognición. En tanto
actividad social, está regida por una pluralidad de valores que dan sentido a
la praxis científica. Por consiguiente, la filosofía de la ciencia ha de tener
en cuenta que la ciencia está regida por una serie de máximas o postulados
axiológicos muy generales, así como por otros más específicos para cada
actividad científica concreta. Entre los postulados axiológicos más generales,
los filósofos han de considerar enunciados tales como: "el bien es preferible
al mal", "el bienestar es preferible al malestar", "el
acierto es preferible al error" o "si comparamos dos estados de cosas
y pensamos que uno es mejor (o preferible al otro), debemos intentar que el
primero llegue a ser efectivo y el segundo deje de serlo", etc. Este tipo
de máximas filosóficas han de ser otras tantas guías a la hora de indagar, de
analizar y de valorar filosóficamente la praxis científica
*La concepción teleológica de la ciencia:
mediante estos cuatro puntos:
1. La ciencia tiene objetivos (fines o metas).
2. Los métodos científicos son reglas para la indagación
que están justificadas (son racionales, están garantizadas, son aceptables) en
tanto son medios efectivos de realizar (llevar a cabo, lograr) objetivos
científicos (epistémicos, cognitivos).
3. Los métodos son reglas prescriptivas que gobiernan las
decisiones y las acciones científicas, por ejemplo, la aceptación de teorías,
el diseño experimental y así sucesivamente.
4- La racionalidad científica es una racionalidad
instrumental (medios/fines)
Los filósofos de la ciencia podrán luego diferir en los
objetivos que consideran ser propios de la ciencia, así como en diversos
matices de los cuatro puntos precedentes; pero, según Resnik, la gran mayoría
de ellos acepta esta concepción teleológica como base para caracterizar la
racionalidad científica. Incluso aquellos que afirman que la ciencia no es
racional, recalca Resnik, conciben la racionalidad en términos instrumentales
Pasando a analizar cada uno de los cuatro puntos, lo primero que señala Resnik
es que la ciencia, en tanto tal, no puede tener fines: sólo los seres
intencionales pueden tener fines. Por consiguiente, cuando se habla del
objetivo o de los objetivos de la ciencia será, o bien porque se piensa en
metas compartidas, o en metas corporativas, o en ideales normativos o en
características de la actividad científica.
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