Paseándome por la lectura “El
Conocimiento Inútil” de Bertrand Arthur William Russell, una frase impactó en
lo más profundo de mi ser, y ¿Cómo no hacerlo?, si ella sintetiza y somatiza,
lo que en la actualidad estamos viviendo. La cito textualmente: “El
saber está comenzando a ser considerado en todas partes, no como un bien en sí mismo,
sino como un medio”. Esta frase constituyó para este autor una
preocupación concomitante de todo lo que veía venir, el interés por “conocer”
no con propósitos altruistas del bien común, sino de la prevalencia de la
obtención de un bien económico, de un status, prestigio, entre otros. Éste sin
duda alguna, es el fin de una educación mercantilista y utilitaria, que
menoscaba esa educación holística, humanitaria y liberadora del “ser” que
defienden diversos ilustres latinoamericanos y caribeños.
Cabe destacar que, en gran medida
soy defensora de que nuestros estudiantes, egresen con habilidades para un
oficio, ya que éste le permitirá vivir dignamente, valorar el trabajo, además
de sentirse útiles a la patria. Más sin embargo, éste estudiante ¿Sentirá
pasión por ese oficio que hace?, ¿Le gustará?, ¿Se siente pleno al ejecutarlo?;
éstas serían las preguntas que ellos y nosotros como seres integrantes de una
sociedad debemos hacernos y definitivamente, si la respuesta es un rotundo NO,
las velas deben cambiar de rumbo, el norte debe cambiar.
En concordancia con lo anterior, es
indispensable sentir “PLACER Y PASIÓN” por lo que hacemos, allí radica el éxito
de una educación liberadora, que transforme el conocimiento “como un bien y no
como un medio”. Al respecto, mi compañero, Jesús Antonio Medina López, señala
lo siguiente: “La educación en los países
desarrollados, en lugar de liberar a su población, la lleva a tal estado de
infelicidad que terminan muchos de ellos en el suicidio, que no es el modelo a
seguir, el de una educación deshumanizante y de élites meramente utilitaria; todo lo contrario la
educación nuestra debe ser para la liberación”.
En
mi opinión, la educación utilitaria, se vale del ser humano para generar
riquezas; es cierto, que se han logrado avances significativos en la mayoría de
las áreas e indicadores del desarrollo de una nación, pero no genera un
verdadero y holístico crecimiento de ese ser humano producto de dicha
educación. Es por ello que, observamos éstos índices alarmantes de Suicidio, ya
que el sujeto sólo produce para generar ganancias y la cultura capitalista le
enseña que solamente es feliz si logra éste cometido, de luchar entre
compañeros de trabajos por ser el mejor, por lograr un mejor cargo; luego tener
éxito o fallar con este propósito se siente fracasado(a), porque no existe
placer, amor, ni pasión por lo que hace, quizás su verdadera vocación de
servicio generaba menos ingresos familiares y prefirió optar por la de mayo
estatus.
Finalmente, en los actuales
momentos, el placer por la literatura, por la poesía… ha mermado, el interés
superior de quién lee, se ubica en textos afines a su profesión que le permita
por supuesto, un crecimiento profesional. De allí que nuestra misión como
maestros y doctorantes, es despertar el interés por leer aquello que satisfaga al
educando, que deleite su intelecto y su corazón, que lo invite a viajar en un
mundo imaginario creado de acuerdo a sus expectativas y es precisamente ese
amor por la lectura lo que generará transformaciones valiosas, en la medida en
que sus ideales y los del autor, se mezclen con las experiencias vividas; dónde
el educando pueda tener una visión holística de todo lo que le rodea para
mejorar o cambiar su mundo, a través de sus acciones, fortaleciéndose así su
calidad humana.
Dejo a manera de reflexión, estas
hermosas frases afirmativas de la Fundación para el Desarrollo Humano
(FUNTADEHU):
*Mi
mente más y más potente para servirme y servir mejor a la humanidad.
*Disfruto
diaria e inquebrantablemente del ejercicio físico y la respiración profunda, de
la lectura orientadora y el relax.
Saludos
compañeros!!!.
Licda.
Edelin esperanza, Bravo Ruiz. CI: 15220015. Sección B.
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